El 20 de diciembre de 2012 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución A/RES/67/146, que anima a los Estados a celebrar el 6 de febrero el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina y aprovechar ese día para intensificar campañas de concienciación y adoptar medidas contra la mutilación genital femenina (MGF).
La mutilación genital femenina consiste en la extirpación parcial o total de los órganos genitales femeninos. Según la OMS, esta salvajada, porque no tiene otro nombre, se clasifica en cuatro tipos:
- Clitoridectomía. Extirpación total o parcial del clítoris.
- Excisión. Resección parcial o total del clítoris y los labios menores, con o sin extirpación de los labios mayores.
- Infibulación. Estrechar la abertura vaginal para crear un sello mediante el corte y la recolocación de los labios menores o mayores, con o sin resección del clítoris.
- Otros. Todos los demás procedimientos lesivos de los genitales externos con fines no médicos: perforación, incisión, raspado o cauterización de la zona genital.
Esta bestialidad no tiene ningún fin sanitario, es más, lo único que puede provocar a largo plazo son infecciones, quistes, hemorragias… Además, para añadir más crueldad a esta atrocidad, se suelen realizar en la infancia. Si todo esto os pone los pelos de punta, a poco que tengas un poco de empatía y/o corazón, ¿por qué se sigue realizando entonces? Por diferentes motivos sociales y culturales: en algunas culturas, se le considera un rito de iniciación a la edad adulta; en otras porque consideran que los genitales femeninos son “sucios” y esta práctica les ayuda a estar “limpias”; otros piensan que sirve para reducir la líbido…
Esperemos que esta práctica se elimine definitivamente y no tengamos que “celebrar” más años este día, porque como dice la OMS y cuyas palabras suscribo: “viola los derechos a la salud, la seguridad y la integridad física, el derecho a no ser sometido a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes, y el derecho a la vida en los casos en que el procedimiento acaba produciendo la muerte.“