Una luciernaga recorria tranquila y placidamente cada rincón del bosque. Como muestra de su felicidad, su cuerpo se encendía con cada nuevo impulso. Una serpiente que la veia empezó a perseguirla con mucho sigilo, hasta que finalmente la acorraló en unos matorrales.
La asustada luciernaga trataba inutilmente de evadir a la serpiente que amenazaba con devorarle de una sola mordida. Sin saber que hacer y sin tener hacia donde volar, la luciérnaga se enfrentó a la serpiente.
-¿Por que me acechas?- le dijo- ¿puede acaso un insecto tan insignificante como yo saciar tu hambre? O ¿ Puede una cazadora tan astuta y temida como tu, presumir de haber cazado una pequeña luciérnaga? – Continuó la luciérnaga.
A todas estas preguntas la serpiente respondió negativamente.
-Lo que sucede – dijo ella- es que me molesta muchisimo tu brillo. Por eso te acecho.
La luciernaga supo entonces que hacer, brillo con todas sus fuerzas y alcanzo tal intensidad que deslumbró a su atacante.
Aprovechó entonces el momento para escapar de la serpiente.
Moraleja
Cuando tu exito despierte envidias y ataques, no dejes de trabajar. Esfuerzate mas y deslumbrales con tu brillo.