ELEGÍA:
Hermano encarcelado
apaleado, muerto,
tocando el odio
sin escudo ni traje
en un mar de tristeza
se anega el alma
y un amargor de tierra
se escapa de la boca.
En esta noche oscura
de silencio y de sombra,
brotan del corazón
sus nombres al galope.
Salvador, Agustín, Rafael
Compañeros, Hermanos,
muertos de un solo abismo,
segados por el hacha
del rencor y del miedo.
Ya no conoce el viento
sus manos generosas
ni el sol brilla en sus ojos
ni ríe en sus cabellos
y allá, sobre los montes
no resuenan sus ecos.
Dejad que llore el alma
escondida en la noche,
que se vista su traje
de tristeza y de llanto
para luego, fundida
en una fina bruma
de polvo compañero,
se disperse y se anegue
en el mar y en el viento.
Dedicada a Salvador Puig Antich, Agustín Rueda, Agustín Valiente, J . Rafael Benayas y tantos muertos pero no olvidados...