
Vallekas. Es diferente. Quién no sabe lo que es no la ha vivido. No ha disfrutado de sus gentes, de sus calles, de su aroma a pueblo imbutido en una gran capital.
Vallekas. Gracias por existir. Cada vez estoy más convencido que si no existieras habría que inventarte.
Cada barrio tiene sus lugares, sus sitios, sus bares, sus gentes... Pero Vallekas es diferente. Es especial. Tienes que paladearla cada vez que te dejes caer por allí. No corras, no grites cuando pases por allí; tan sólo disfrutala. Piérdete por sus calles, observa a tu alrededor, déjate llevar por ese todo que la hace tan especial.
Y no es tan especial porque tenga un equipo de fútbol representativo de éste maravilloso pueblo,no. No es que éste grandioso equipo, Rayo Vallecano, sea conocido en el mundo entero por sus cientos de copas ganadas a base de dinero y de amiguismos,no. Posiblemente sea uno de los equipos más queridos que menos títulos tienen cogiendo polvo en algún oscuro almacén. Éste equipo es la representación, el sufrimiento y el sentir de un barrio obrero. De gente a la que no se le caen los anillos por levantarse a las seis de la mañana, de personas que sufren y sudan para llegar a final de mes y regatean a las letras que se acumulan como a los vecinos ricos del norte se les acumulan los triunfos en sus doradas vitrinas.
Gracias al Rayo la gente obrera, la normal, disfruta cada domingo de una pasión. Algo que si no lo sientes no lo puedes explicar. Siempre se oye decir que nuestros otros vecinos, los rayados e irregulares del otro lado del río son los sufridores, que para ser de ese extraño equipo hay que nacer. ¿Y para ser del Rayo? Para ser del rayo no es que sólo haya que nacer, es que hay que valer. ¿Vosotros nos hablais de sufrimiento? El verdadero sufrimiento es tener una afición y un equipo de primera y descender a segunda B y llenar todos y cada uno de los estadios a los que ibamos de Vallecanos. Eso es afición y eso es sentimiento. Hay que sufrirlo para sentirlo.
Vallekas. No sólo vive de trabajo. No sólo vive de fútbol. Es una ciudad cosmopolita, abierta, de gentes que disfrutan con los suyos en sus bares, en sus plazas o en sus parques. Es una ciudad diferente. Se nota nada más traspasar la frontera, nuestra puerta en el Puente de Vallekas, es como si del Puente de Vallekas para fuera, todo cambiara. Como si te fueras a otro país.
Vallekas. Ciudad del Rock. Jamás se habrá conocido en ninguna otra parte del mundo un lugar con tantos rockeros por metro cuadrado. Una ciudad rockera por excelencia. De esas por dónde andas y nadie te mira mal aunque lleves una melena hasta la mitad de la cintura o una enorme cresta o, quizás, una cabeza bien rapada. Da igual como vistas, lo que lleves. Aquí no te mirarán mal. Ni siquiera las típicas abuelas, ya están acostumbradas. Saben que les damos magia al barrio, están agradecidas.
Vallekas. Para salir por la noche. Sabes a que hora saldrás. Sabes a que sitio irás el primero. Sabes con que personas empezarás a salir. Pero nuncas sabrás ni a que hora regresarás, ni con quién ni a qué sitios habrás ido.
Vallekas es diferente. Gracias por existir. Gracias por estar ahí. Gracias por hacernos respirar y creer, una vez más, en una utopía obrera.
7 comentarios:
Joder tronco, se me ha puesto la piel de gallina. impresionante
http://faimuxofalar.blogspot.com/2010/04/madrid-desde-vallekas.html
Abuelo eres un crack...
Jode, casi me hace llorar y todo, joder es verdad, es asi..
es la polla... me encanta. ese vallekas
Vallekas, para aprender la utopia obrera y luchar
Alucinado me he quedado con la cantidad de gente que habeis leido el blog por mi opinión de Vallekas.
Gracias a todos, en especial a los que me habeis puesto comentarios o mandado mensajes para comentarlo.
Me alegro de que somos muchos los que sentimos esa magia especial que nos inunda en Vallekas.
Nos vemos en los bares, salud!!
Madre mía, el tiempo que hace que lo escribistes. Me lo he liedo mil veces. Me parece alucinante. gracias majo
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